SCHARMER, O. & KAUFER, K. (2013). Leading from the Emerging Future. From Ego-System to Eco-System Economies. San Francisco, California: Berrett-Koehler Publishers, Inc.
“Hemos entrado en una Era de Disrupción” –aseveran Scharmer y Kaufer en la introducción de Liderando desde el Futuro Emergente–. Los entornos altamente cambiantes de hoy exigen que nos reinventemos una, y otra, y otra vez. Cuánto más dramáticos son los cambios, menos podemos fiarnos de los patrones del pasado, las fórmulas predeterminadas y las soluciones improvisadas. Debemos repensar nuestros modus operandi si queremos generar un cambio profundo y duradero en las personas, las empresas y las sociedades: una renovación global.
A lo largo de las páginas que aquí reseñamos, nuestros autores ofrecen al lector algo más que una mera metodología práctica para la gestión del cambio. Según declaran: “El éxito de nuestras acciones como protagonistas del cambio no depende de qué hacemos ni de cómo lo hacemos, sino del lugar interior desde el cual operamos”. Bajo esta premisa, Scharmer y Kaufer presentan un marco de trabajo centrado en la persona (algo novedoso e inusitado en obras de esta índole), con el propósito de transformar la realidad desde dentro.
En continuidad con las ideas postuladas en “Teoría U” (best-seller de Scharmer), los autores insisten en la imposibilidad de transformar la dinámica interna de los sistemas sociales si antes no afinamos la conciencia con la que actuamos dentro de aquellos mismos sistemas, tanto individual como colectivamente. Si y solo si conectamos con nuestro yo profundo –es decir, con quienes somos en realidad y con quienes anhelamos ser–, entonces nos hacemos capaces de cambiar el lugar interior desde el cual operamos.
Plenamente conscientes del inmenso desafío que ello supone, Scharmer y Kaufer sugieren un itinerario que nos conduce desde el “yo” hacia el “nosotros”, esto es, desde una conciencia ego-sistémica (que se preocupa unilateralmente por el propio beneficio) hacia una eco-sistémica (que cuida del bienestar de todos, incluido uno mismo). En esta travesía, el punto de quiebre ocurre cuando, presenciando nuestra identidad profunda (aquel carácter que nos hace únicos e irrepetibles, y que es fuente última de nuestros anhelos, valores, motivaciones y decisiones), experimentamos un compromiso insoslayable con el mundo que nos rodea, y nos resolvemos a transformarnos para moldear con autenticidad y eficacia nuestro entorno.
Scharmer y Kaufer no se detienen en la ya descrita transformación del lugar interior desde el cual operamos. Esta apenas constituye el punto de partida de una apasionante aventura, donde construir el futuro no se limita a remendar superficialmente los desgarros del tejido social. Desde la lógica de nuestros autores, cimentar un mañana sostenible significa hacer las veces de partera de un futuro inminente, que sutilmente y a duras penas se asoma, y que precisa de nuestra asistencia para arribar en las mejores condiciones.
La capacidad para abandonar una reactividad pasiva frente a los cambios del presente en miras a adoptar un compromiso proactivo con el futuro que emerge, es, con total certeza, el atributo más importante del liderazgo contemporáneo. Esto –insistimos– solo es posible en la medida que reconectemos con la raíz de la realidad, trasladándonos desde una lógica “ego-sistémica” hacia una “eco-sistémica”. A grandes rasgos, ello abarca tres dimensiones: (1) que cada cual se relacione mejor consigo mismo; (2) que los unos nos relacionemos mejor con los otros; (3) que nos relacionemos mejor con el sistema como un todo.
Hoy en día –apuntan Scharmer y Kaufer–, tres grandes brechas distancian nuestro presente del futuro que adviene. Estas desconexiones residen en la raíz de nuestro entramado social y responden a una serie de estructuras mentales “ego-sistémicas” subyacentes. Ellas, a su vez, son las últimas responsables del abanico de síntomas que aquejan nuestra civilización en sus diversos ámbitos.
En primer lugar, hoy asistimos a una notoria desconexión entre el yo y la naturaleza (brecha ecológica), manifiesta en la voraz depredación de los recursos no renovables del medio ambiente en favor de los intereses de unos pocos. Seguidamente, atestiguamos una grosera escisión entre el yo y los otros (brecha social), expresa en la acumulación (a veces ilícita) de riquezas en las arcas de una élite minoritaria, frente a la pobreza extrema de millones de ciudadanos. Por último, constatamos una sutil pero severa separación entre el yo actual y el Yo potencial (brecha espiritual-cultural), refleja en la creciente proliferación de cuadros de burnout y depresión, así como en las dolorosas y preocupantes tasas de suicidios.
Como podemos cotejar, nuestros autores se apartan de la clásica aproximación de tipo silo (que lidia con cada síntoma de forma aislada), inclinándose, más bien, por una perspectiva sistémica y unitaria del mundo a transformar. Examinando con detenimiento las raíces de las desconexiones actuales, ponen de manifiesto cómo, tanto en la epidermis del iceberg como en sus profundidades, el quid del cambio social reside no en la subsanación temporal de los baches del sistema, sino en la profunda transformación de un ser humano que, absorto en sí, clama por reconectar consigo mismo, con sus pares y con el todo de su entorno.
Otto Scharmer y Katrin Kaufer tienen el genial acierto de vincular antropología y gestión del cambio, dando como resultado una propuesta tanto inédita como aleccionadora. Liderando desde el Futuro Emergente nos enriquece con su incisivo y realista diagnóstico del presente, al mismo tiempo que delinea los criterios según los cuales hemos de construir el futuro que está a puertas de irrumpir. La lectura detenida de sus páginas es un indispensable para todo aquel que quiera ejercer un liderazgo verdaderamente transformador en un mundo que no solo no se detiene, sino que cada día gira y cambia con mayor celeridad.